A Claire Hansen le ha tocado, por suerte o por desgracia, un importante trabajo: ser uno de los Guardianes de la Tierra.
Para realizar sus misiones, es «llamada» a lugares en que se detectan determinadas anomalías: se han abierto fisuras... o alguien las ha abierto.
Tales portales son los puntos más peligrosos del mundo; por ellos, si no son sellados a tiempo, podrían irrumpir en la Tierra los siervos del Infierno.
Tras su última misión —cerrar un portal al infierno en la Pensión Campos Elíseos de París—, a Claire y su gato parlanchín, Austin, se les ha añadido un nuevo compañero: Dean.
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